martes, 18 de septiembre de 2007

¿"PA'L PICO" O "FELIZ DIECIOCHO"?... UNA PUGNA BIEN PATRIOTA



No puedo más. Me ganó. Y es que este dieciocho más inflado que la delantera de Marlen Olivari se llevó casi todo de mi: fuerzas, plata y esfínter, entre otras cosas.

Y es que ahora se comprobó mi teoría de toda la vida. El chileno es bruto. Somos poco vivos. Decimos que somos pillos, pero ante el menor estímulo carretero reaccionamos como Neandertales. O sea, si las Fiestas Patrias fueran quince días seguidos, los quince días nos hacemos bolsa. Tiquitiquiti.

Sinceramente hoy me miro y me doy algo de lástima. Al ojo podría decir que colaboré a aumentar el consumo de alcohol per cápita de este año. Unos veinte vasitos de roncola, sumado a la inocente chicha blanca con helado que me mandé el mismo viernes pa’ sentirme guachaca, además de unos dos litros de ponche con fruta para calmar la sed mientras se hacían los asados y el resto de vino tinto pa’ sentirse cuico mientras se come la bendita parrillá. Eso sin nombrar las empanadas y kilos de carne que me tuvieron varias veces en la lona del ring del W.C. diarreico durante estos días.

¿Ven que da pena la cosa? Porque, técnicamente, el 18 es recién hoy. Pero tengo la esperanza que deben ser pocos los que se guardaron para decir que ¡Viva Chile! recién a esta altura del partido. No puedo ser el único perdedor. Deben haber más giles que a esta hora no se pueden ni siquiera mantener despiertos. ¿O sólo soy yo? Díganme que no, porfa.

Vayan mis agradecimientos a la sal de fruta “Disfruta” que mezclada con una cápsula de Omeprazol me ha mantenido en pie ese algo de dignidad que aún queda. Y ahora, cuando sólo quería descansar, recibiré en mi hogar a esa fracción de buenos partners que no trabajan este jueves y que sudan emoción porque nuestro local favorito hoy tiene un “After Hour” hasta las diez de la mañana.

Pensándolo bien –y ya que soy parte de ese grupo de chilenos que no vio el Te Deum porque estaba peleando con la mona- no estaría tan mal cerrar estas fiestas con una botellita de “Pampero”, total, sólo seremos cinco. Y si sube el ánimo, vamos un ratito al After, total, sólo será hasta las diez. Y mañana dormimos todo el día, total, es sólo un festivo más.

Y seguimos zapateando, total, el zapateo es lo que vale. ¿O no?

¡Viva Chile Mierda! Y el que no gritó, cagó.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola... no se como llegué acá, pero llegué.
Fíjate que me sentí identificada contigo al leer lo que has puesto, de hecho, es cierto, los chilenos somos unos neandertales a la hora de carretear dieciocheramente hablando. El Che copete es un niño de pecho al lado del chileno que cada 18 invade la ramada de turno para empinar el codo con su pipeño regalon...
Lo que tomaste fue poco para lo que tomé yo, que ultimamente me he vuelto toda una alcoholica y todo lo que he comido... huuu... pa que te digo. No eres el único que tuvo su encuentro furtivo con el RING DEL W.C
En fin, espero que la hayas pasado bien en tu carrete con pampero y me he entretenido bastante leyéndote... volveré...
¿Puedo?

Saludos desde Talca...

Alma

Anónimo dijo...

pfffffffff

vaya 18 ... nose si pa' recordar o pa' olvidar... :'(

amssss
por fa... acuerdate de lo que te pedi..no seran mas de dos minutos..seguro...

cuidate...