domingo, 23 de septiembre de 2007

LA IMPORTANCIA DE UNA MISS



Hace un tiempo recibí una agradable invitación acá en el blog. Las chiquillas de “El Club de Lulú” me nominaron a “Mister Blogger 2007” (http://misterblogger2007.blogspot.com/) . O sea, creo que ha sido y será la única vez en la vida en que me nominen a un concurso sometido al veredicto popular. De hecho, cuando chico salí Rey Feo del colegio sólo porque mi vieja era profe de ahí y compró al jurado. Las madres son tan lindas. En fin.

Dentro de lo halagado que me sentí y después de haber aceptado más rápido que bus del Transantiago, me di cuenta que el concurso tenía una particuliaridad (¿suena cachondo, no?). Tenía que presentarme con una Miss. De ahí en más me volví a dar cuenta de que las mujeres son lo más lindo, inspirador y necesario en nuestras varoniles vidas. Y de ahí también que me puse a pensar como mina (frígida y menopáusica, no se mal entienda) y entendí la importancia que en este mundo tiene ser una Miss.

¿Qué sería del mundo sin Misses? Una mierda. Imagínense. No tendríamos aquellos memorables recuerdos colectivos de una Carola Zúñiga imaginando que el Papa suele tener sexo luego de mandarse tres rosarios diarios y cincuenta misterios en ayunas. Cecilia Bolocco sería sólo una peloláis oxigenada buscando hacerse un nombre como opinóloga y el Festival de Viña elegiría cada año al Rey de la galucha. Vomitivo.

¿Y qué me dicen de las Misses Guachacas, Chichas Frescas, de la Pampilla y la cacha de la espada? Monty (pequeña bailarina de reggaetón que usaba colaless a los siete años de edad) sólo habría sido Reina en la alianza de su liceo y a Carla Ochoa jamás se la habrían puesto (la corona en La Pampilla, ilusos).

Es por eso que no debemos mirar en menos a una Miss. Jamás. No importa de lo que sea Reina. De la primavera, de la caca, del Congreso, de la basura, del Mapocho, de nada, del narcotráfico, de los bajitos, de Pelarco, del mote con huesillo, de la prensa, del sexo… ahhhhh, acabé.

Yo por mi parte –y como les dije al comienzo- tengo mi propia Miss para el “Mister Blogger 2007”. Ella es “Pequita” y la pueden visitar en http://detodounpoquillo.blogspot.com/ . Y recuerden apoyarnos en http://misterblogger2007.blogspot.com/ . Esperamos sacar más votos que Arturo Frei Bolívar. Uno como usté!.

martes, 18 de septiembre de 2007

¿"PA'L PICO" O "FELIZ DIECIOCHO"?... UNA PUGNA BIEN PATRIOTA



No puedo más. Me ganó. Y es que este dieciocho más inflado que la delantera de Marlen Olivari se llevó casi todo de mi: fuerzas, plata y esfínter, entre otras cosas.

Y es que ahora se comprobó mi teoría de toda la vida. El chileno es bruto. Somos poco vivos. Decimos que somos pillos, pero ante el menor estímulo carretero reaccionamos como Neandertales. O sea, si las Fiestas Patrias fueran quince días seguidos, los quince días nos hacemos bolsa. Tiquitiquiti.

Sinceramente hoy me miro y me doy algo de lástima. Al ojo podría decir que colaboré a aumentar el consumo de alcohol per cápita de este año. Unos veinte vasitos de roncola, sumado a la inocente chicha blanca con helado que me mandé el mismo viernes pa’ sentirme guachaca, además de unos dos litros de ponche con fruta para calmar la sed mientras se hacían los asados y el resto de vino tinto pa’ sentirse cuico mientras se come la bendita parrillá. Eso sin nombrar las empanadas y kilos de carne que me tuvieron varias veces en la lona del ring del W.C. diarreico durante estos días.

¿Ven que da pena la cosa? Porque, técnicamente, el 18 es recién hoy. Pero tengo la esperanza que deben ser pocos los que se guardaron para decir que ¡Viva Chile! recién a esta altura del partido. No puedo ser el único perdedor. Deben haber más giles que a esta hora no se pueden ni siquiera mantener despiertos. ¿O sólo soy yo? Díganme que no, porfa.

Vayan mis agradecimientos a la sal de fruta “Disfruta” que mezclada con una cápsula de Omeprazol me ha mantenido en pie ese algo de dignidad que aún queda. Y ahora, cuando sólo quería descansar, recibiré en mi hogar a esa fracción de buenos partners que no trabajan este jueves y que sudan emoción porque nuestro local favorito hoy tiene un “After Hour” hasta las diez de la mañana.

Pensándolo bien –y ya que soy parte de ese grupo de chilenos que no vio el Te Deum porque estaba peleando con la mona- no estaría tan mal cerrar estas fiestas con una botellita de “Pampero”, total, sólo seremos cinco. Y si sube el ánimo, vamos un ratito al After, total, sólo será hasta las diez. Y mañana dormimos todo el día, total, es sólo un festivo más.

Y seguimos zapateando, total, el zapateo es lo que vale. ¿O no?

¡Viva Chile Mierda! Y el que no gritó, cagó.