lunes, 26 de marzo de 2007

ESTO ES UN RING (Y NO DE CUATRO PERILLAS)




Producto de la inesperada, intespestiva y amorosamente violenta disputa del cual mi blog y yo fuimos parte sin querer queriendo en el post anterior (pinchar abajito para los que aún no se manejan con la tecnología), hemos decidido después de una ardua conversación con uno que otro agarrón virtual abrir este humilde posteo para que ustedes, queridos visitantes, se den como bombo en desfile flaite y se insulten como quieran...

Recuerden... este lugar es abierto y democrático como TVN y yo soy tan solidario como Benito Baranda...

Buenos Uppercuts!!!

sábado, 17 de marzo de 2007

LO QUE SE PERDIÓ CQC... Y EL GRAN PAPELÓN DE "CUSHILLO" EYZAGUIRRE

Todo el mundo sabe (bueno, el minúsculo mundo de mi círculo cercano) acerca de mis antiguos e insistentes deseos de trabajar en “Caiga Quien Caiga”. Grouppie sin asco del show de noticias, cuando entré a la tele me propuse algún día vestir el traje negro y ser parte lo que algunos llaman “la cremme” de los noteros.

E hice el intento. Mientras todos veían por la pantalla ese casting de jóvenes anónimos y algunos apitutados que querían a toda costa trabajar en Caiga, yo me hice mi propio reel que, según una encuesta rápida a personas que no me conocían y a quienes les caigo mal, fue muy bien evaluado.

Después de mucho hinchar las bolas finalmente se lo entregué a Larraín (no a Tito, sino que al canoso de garganta gastada) y me quedé con la tranquilidad de que me llamarían. Tenía los méritos y las ganas. Pero no. Hoy soy feliz trabajando en “Alfombra Roja”, pero “CQC” era una espina que no me podía dejar para siempre.

Nunca entendí porqué fui rechazado. La sentencia de los peces gordos de “Cuatro Cabezas” fue: “lo vimos, pero no nos prendió... te falta. Suerte”. Filo. No me quedé con las ganas de intentarlo y sigo feliz de la vida como notero en el 13.

Pero hay algo más y bien extraño por cierto. Sebastián “Cushillo” Eyzaguirre conoció hace algo más de un mes a mi entonces ex polola en un carrete en Valpo (ahora estamos mejor que nunca tratando de volver). La miró, le gustó y se acercó a conocerla (por no decir a jotearla). Y me di cuenta que el mundo es un sucio pañuelo. Cuando ella le contó que habíamos pololeado casi cuatro años, Sebita casi se cayó de poto y acuñó una frase para el bronce: “se la tenía bien guardada el pendejo”. Gracias por quitarme la edad Sebas.

Olvidé consignar que mi mujer no pescó ni en bajada al Eyza. Y podrá sonar como a picota, pero eso es lo que hizo ella. El tipo aún insiste, la llama varias veces a la semana y naca la pirinaca. ¿Por qué en Caiga no me pescaron ni en bajada si yo estaba pintado para ellos? Debe ser lo mismo que se pregunta “Cushillo” ante la indiferencia de mi pareja, aunque con la variante de “¿por qué no me pesca si soy rico y famoso?”.

Aún quedan mujeres a quienes la fama les da lo mismo y aún quedan programas que se pierden un buen elemento.

Ahora CQC está a punto de empezar una nueva temporada donde, a priori, no todo es tan lindo como antes (aunque confieso que igual no me lo perderé). Yo estoy mejor que nunca con mi eterna polola y mi actual pega y Sebastián Eyzaguirre se quedó con más que las ganas de adjudicarse una mina linda a quien le dio lo mismo el traje y los lentes negros.

Cada quien con lo que le pertenece. ¡¡¡ Que siga el show !!!.

sábado, 3 de marzo de 2007

TOCANDO FONDO

Se supone que el Festival de Viña fue lo peor que le pudo haber pasado a Marlen Olivarí (-una especie de Cicciolina a la fuerza en Chile- para los bloggers de visita internacional). Bueno, si hay alguien que también lo pasó mal, ese fui yo. Marlen: fuimos dos.


Todo debió haber salido perfecto. De otra forma yo no podría haber estado tan ansioso de que el bendito Festival de Viña llegara de una buena vez. Pero no. El Sr. Murphy, ese de la ley que a nadie le gusta, se vino a la Quinta Región conmigo. Y me lo hizo saber muy pronto.

En resumen, todo me salió mal mientras todo le salía bien a todo el mundo. “Alfombra Roja” (Lunes a Viernes, 16:30 hrs. Canal 13) fue un hitazo. El programa la rompió, estuvo en todas, dio que hablar y hasta sacamos Reina del certamen a una de las candidatas que menos posibilidades tenía a pesar del enorme cariño que le tengo: Diana Bolocco. Pero yo no era parte de ese éxito.

Mis móviles fuera del Hotel Sheraton Miramar nunca salían al aire por la razón que fuera. Mis notas eran cada vez menos tomadas en cuenta y, para repatearla en el suelo, perdí la voz por un malintencionado virus. ¿Se acuerdan de los monitos animados cuando iban con una nube negra encima?. No comments.

Y el broche de oro no podía ser otro. Frustrado a más no poder y con varias toneladas de minutos sin dormir participé de una fiesta de clausura a la que nunca debí ir. ¿El resultado? Un estado catatónico de aquellos que me dejó en negro y humillado frente a todo mi equipo de trabajo.

Hoy estoy castigado. “Congelado”, como diría Felipe Avello. Al programa le sigue yendo increíble, pero yo no me siento parte de ese éxito. Y eso pucha que duele. Llegué a lo más profundo de ese túnel al que llaman “mal momento”. Pero estando ahí, curiosamente dan muchas más ganas de sobrevivir y demostrar que uno todavía vale la pena. Por algo el típico cliché del Ave Fénix. Por algo.

Pero no todo fue tan malo. Conocí a Ignacio Franzani (sí, el tipo choro de Vía X) y tuvimos una extraña química profesional. Algo bueno podría salir de ahí. Hoy tengo muchas más ganas de hacer cosas. De escribir. De hablar. De gritar. Y si a mi programa le está yendo bien, yo volveré a ser parte de ese tufillo triunfal. Como nunca debió dejar de ser. Como siempre.