BOLOCCO, MAROCCHINO Y OTRAS RIDICULECES

Esta cosa de la farándula consume y atrofia tanto que ni siquiera había tenido tiempo de escribirles queridos bloggers. Pero bueno, es la pega. Y punto.

Lo que me desconcierta un tanto por estos minutos es que las últimas semanas algunos de nuestros famosos nos han regalado un gran chorro de ridiculez. ¿Y no es siempre así? Claro. Sólo que ahora el asunto se desbordó.

Si hay alguien capaz de mezclar la pinta de golfista flaite de Kike Morandé y el idioma italiano chamullento del gran Benni, ese es Luciano Marrasquino (como le dice la mami Paulina Nin), el amigo europeo de la Bolocco que en una mañana vio de nuestra ex diva lo que Menem no le pudo ver nunca.

¿Por qué perder el tiempo en escribir sobre este tipo? Simple. Me tocó perseguirlo apenas pisó nuestro país (no a nuestra reina… todavía). Y pude ver lo ridículo de cómo en Chile nos agachamos (la prensa y varios más) ante el primer pelagato que se le ocurre dar que hablar. Bueno. El compadre se sirvió a nuestra única Miss Universo. Se la tuvo que bancar.

Y lo más gracioso es que el gil se ríe de nosotros en la cara. Días y días mis colegas faranduleros lo siguen y lo siguen para escuchar la misma respuesta. “No hago comentario”. “Que joven es la prensa”. “Entiendo su trabajo”. Puras webadas con acento a ñoqui. Y mientras Cecilia ordena que no se le pregunte más por “ese caballero” (como si no lo conociera) el tano ríe y ríe como diciendo “puta que tercermundista este país”. Totalmente cierto.

Y no trato con esto de llevar una polémica farandulera rasca al plano internacional ni a un “nivel OEA” (nuestro panzer está muy ocupado rascándose la guata en Washington), pero de verdad prefiero reírme con pena de Roberto Dueñas asustando a la gente con su máscara nueva o decirle en la cara a Adriana Barrientos que es la nueva Palmenia Pizarro del fútbol. Igual de patético pero más entrete.

Sé que peco de televisivo con este post, pero nunca está demás un pequeño descargo cuando el trabajo te satura un poco la mente. Y sí, también tengo cosas más importantes que hacer. Este sábado animaré un evento a beneficio para los Boy Scouts de San Bernardo mientras nuestros famosos hacen lo mismo por cinco minutos y cobran un palo. ¿Me redimo con esto? Claro que no.

Sólo espero que a la próxima que nos leamos Marocchino se esté engrupiendo a la Miss Sudáfrica, que la Barrientos se quede callada y que a Iturriaga Newmann le toque la celda más fría ahora que lo pillaron.

Se me cuidan.

Ahhh. Y ojalá que nunca más me entere en la calle que Pablo Vargas se está agarrando a besos con Ximena Abarca en Providencia con Santa Beatriz, porque de verdad no me importa. (Ups!... parece que solté un dato colegas. A reportear)