CARTA ABIERTA A UNA MAMÁ DECEPCIONADA

¿Hay algo peor que una mamá sienta que está viviendo un luto con su hijo que la ama igual que siempre?... Creo que no, pero me está pasando.

Y es raro vieja, a ti te escribo, porque nunca había sentido que estuvieras tan herida conmigo... y un hijo no hiere a su mamá.

Por lo general en una relación filial no existe la confianza que tenemos nosotros, confianza que te hace partícipe hasta de mis relaciones de pareja. Y creo que ese es el punto. Tú debes saber que contar con tu apoyo en el amor nunca ha sido menor, pero si mi actual pareja te produce un gran nivel de conflicto, eso me hace caer en un constante cuestionamiento que a veces ni siquiera me deja dormir.

Sé que estás dolida. Herida. Que te duele y lloras porque no te conté que iniciaba una nueva etapa. Pero era para evitarte un dolor que en un estado tan incipiente de una relación aún no valía la pena causarte. Me interesa lo que sientes y lo que opinas, pero también quiero ser feliz.

El amor hacia una mamá no se tranza. Nunca. Y yo nunca lo haré. Pero no es justo que por sentirme bien con alguien tenga que hipotecar todo mi amor por ti. No lo acepto ni lo comparto. No lo soporto.

Dejaré que fluya la pena y el desconcierto por ti hasta que simplemente desaparezca. Porque sé que finalmente volverás a sonreir y a demostrarme que me quieres como siempre. Pero te pido que me des una oportunidad. Porque encontrar a una persona que quiera estar conmigo a pesar de todo, no es fácil.

Nunca haré algo que te dañe. Nunca más te haré llorar. Y esperaré hasta el cansancio otra sonrisa de esas que me tranquiliza. Porque merezco encontrarme de frente con el amor y decirte a ti: "Hey, estoy contento, ¿quieres estarlo conmigo?". Simple.

Te amo. Te quiero. Te respeto y te necesito. Aquí no hay luto. Aquí no se ha muerto nadie. Aquí tomamos aire para empezar de nuevo y mejor que antes. Y si estoy acompañado sé que me volverás a entender y querer como tantas veces. Como siempre.